En correspondencia al Jubileo Extraordinario de la Misericordia, la Tercera semana teológica que se desarrolla en la Universidad Católica Boliviana “San Pablo” abordó dicha temática inspirada en la Bula Papal: “Misericordia Bultus” del Papa Francisco.
La semana teológica inició con el tema de Por qué un año de la Misericordia, haciendo referencia a la Bula Papal. Este tema fue desarrollado por Mons. Ricardo Centellas, Obispo de Potosí y Presidente de la Conferencia Episcopal de Bolivia.
El segundo tema abordado estuvo referido a La misericordia y Eco cotidianidad, cuyo abordaje estuvo a cargo del Hno. Manuel Fariñas, en el mismo día se tuvo la Ordenación Diaconal a cargo de Mons. Javier del Río, Obispo de Tarija.
El tema de la Misericordia en la Biblia estuvo a cargo del P. Adhemar Ventura, y se desarrolló en el Auditorio de la Universidad Católica este miércoles 9 a las 19.30.
El jueves en el mismo Auditorio, a partir de las 19.30, el P. Jorge Machicao abordó el tema La misericordia en el comentario de San Jerónimo en el libro del Profeta Oseas.
La exposición del obispo Mons. Javier del Río en la Universidad Católica que tenía como tema la Misericordia y la Liturgia, se tuvo que suspender porel fallecimiento del Cardenal Julio Terrazas y la asistencia de la autoridad religiosa a los actos fúnebres.
La culminación de esta semana fue con la celebración de una Misa inaugural del Año de la Misericordia en la iglesia Catedral.
El deseo del Papa es que este año, vivido también en compartir de la misericordia de Dios, pueda convertirse en una oportunidad para “vivir en la vida de cada día la misericordia que desde siempre el Padre dispensa hacia nosotros. En este jubileo dejémonos sorprender por Dios, Él nunca se cansa de destrabar la puerta de su corazón para repetir que nos ama y quiere compartir con nosotros su vida”, afirmó el Papa Francisco.
“Éste es el tiempo oportuno para cambiar de vida, este es el tiempo para dejarse tocar el corazón. Ante el mal cometido, incluso crímenes graves, es el momento de escuchar el llanto de todas las personas inocentes depredadas de los bienes, la dignidad, los afectos, la vida misma. Permanecer en el camino del mal es solo fuente de ilusión y de tristeza. La verdadera vida es algo bien distinto”, afirmó el Papa Francisco.