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Articulo UCB

La educación Universitaria y Virtual

Nota del editor: José Loaiza Torres, de nacionalidad Boliviana, Máster en Pedagogía de la virtualidad, Magister en Marketing, Licenciado en Administración de Empresas. Especialista en pedagogía en el contexto de las TIC. Es actual rector regional de la UCB Tarija.

Publicado originalmente en ElPais.bo: https://elpais.bo/la-educacion-universitaria-y-virtual/

El nacimiento de las universidades se dio en la modalidad presencial, con el transcurrir de la historia se han ido implementando modalidades a distancia o mixtas. Con la llegada de las denominadas Tecnologías de Información y Comunicación TIC, desde una computadora, un proyector multimedia hasta un recurso virtual incluida en la modalidad presencial toma importancia el uso de las TIC; en la educación a distancia la forma de distribución de los materiales didácticos y la de comunicación entre docente y estudiante ha cambiado radicalmente, dejando atrás el uso del papel y el correo postal por el soporte digital en la nube y por la conexión a internet.

La realidad impuesta por la pandemia del COVID 19 a nivel mundial, sin duda nos está cambiando los hábitos, los sentimientos y sensaciones, inclusive nuestra escala de valores. Los efectos por el aislamiento social en distintos sectores todavía son incalculables, siendo uno de los sectores de mayor impacto la economía y la educación, en este último caso, la cuarentena general decretada en muchos países ha obligado a la suspensión de las clases presenciales, las instituciones de educación superior se han visto presionadas a continuar con las actividades académicas y administrativas en la modalidad digital y virtual, en algunos casos de forma improvisada y en otros de una forma más planificada, algo que se veía venir pero no tan pronto. En el caso de Bolivia, inicialmente a mediados del mes de marzo del año en curso se determinó suspender las clases en todos los niveles y modalidades, lo que motivo a muchas universidades a migrar a la modalidad digital tratando de adaptar un modelo presencial a un modelo virtual que es muy distinto.

El modelo educativo virtual implica como mínimo tres dimensiones interrelacionadas: Pedagógica, tecnológica y organizacional. La pedagogía virtual debe ser planificada desde el modelo educativo institucional hasta secuencia didáctica de la asignatura, implica ser más selectivo en los contenidos, definir el tipo de comunicación sincrónica o asincrónica entre docente y estudiante, diseñar la metodología de desarrollo con su dispositivo didáctico y de trabajos individuales y grupales; producir los materiales didácticos virtuales pertinentes a la asignatura y al tipo de comunicación; preparar y utilizar los dispositivos de evaluación que traten de medir más allá de lo cognitivo como habilidades y actitudes; también, configurar una biblioteca digital; y, no menos importante en esta dimensión es considerar el perfil requerido del docente y del estudiante, puesto que ambos interactúan para lograr el fin del proyecto educativo, que en el caso nuestro, obligó a los alumnos y docentes acostumbrados a la educación presencial a dar un giro de 180 grados en su paradigma mental. La dimensión tecnológica incluye aparatos de mesa y portátiles y unidades centrales o servidores conectados a los primeros, también incluye la red física (como cables, líneas y fibra) que conecta todos los aparatos, y el software operativo y los distribuidores con los que funcionan los aparatos y las redes; todo ello permitirá entre otros aspectos, contar con entornos y plataformas virtuales más potentes para que allí se puedan construir verdaderas aulas virtuales donde además se podrá combinar las videoconferencias con todos los dispositivos didácticos que el docente pone para el estudiante. La dimensión organizacional, es la que va a brindar todo el soporte técnico, disciplinar y pedagógico a los docentes y estudiantes, se debe contar con personal formado y competente para que de manera solvente resuelva dificultades y problemas en el proceso y sobre todo debe tener flexibilidad para atender a diversos actores, se pretende que todo esté pensado para satisfacer a los estudiantes que necesitan de un sistema que se adapte a sus necesidades y no al revés, sin menoscabar la calidad académica, un tema particular es la gestión de registros y sistema de soporte para las calificaciones.

Bajo el modelo descrito anterior, el lector podrá deducir y sacar sus propias conclusiones sobre si las Universidades Bolivianas que están trabajando a distancia verdaderamente lo están haciendo bajo un modelo educativo virtual. De seguro unas más que otras están trabajando a distancia utilizando medios tecnológicos, y están haciendo enormes esfuerzos de tipo institucional y social, adicionalmente al aporte académico que es la formación de los estudiantes, el aporte en lo social es significativo; el hecho de mantener ocupados a sus estudiantes y brindar trabajo a sus docentes y administrativos, sin duda es algo que ayuda a sobrellevar la cuarentena, los países que han entrado meses antes que Bolivia comentan su experiencia donde las clases a distancia han ayudado a que su comunidad universitaria se mantenga activa.

Los problemas académicos y de rendimiento del estudiante en tiempos de cuarentena no se han dejado esperar, por un lado, algunas universidades han fracasado en su intento de implementar sus aulas virtuales ya sea por deficiencias en la tecnología y competencias docentes y/o por dificultades de conectividad de sus estudiantes, debido a limitaciones de recursos y acceso a internet; mientras que otras, mantienen sus actividades académicas con cierta regularidad, aunque no están totalmente exentas de los mismos problemas de las universidades que han suspendido sus clases en forma remota, sumado a ello, la poca experiencia en el desarrollo de la educación virtual, lo que a su vez se traduce en saturación de tareas y sobrecarga de trabajo al estudiante, exagerado uso de la videoconferencia tratando de replicar la clase presencial, presión innecesaria y excesiva en evaluaciones con tiempos demasiado cortos, la imposibilidad de hacer prácticas en laboratorios; por el otro lado, el desafío que implica para el estudiante en cuanto al aprendizaje honesto y automotivado, la tenencia de una computadora de cada miembro de la familia por la cuarentena en el hogar, entre otras dificultades. Si bien es cierto, que a medida que pasa el tiempo del aislamiento social, las Universidades que han decidido brindar clases virtuales van realizando ajustes y paralelamente van capacitando a sus docentes, también es cierto que hay dificultades en cuanto a su efectividad, en nuestra opinión el problema central radica en que no se ha comprendido a cabalidad que la educación virtual es otro modelo educativo y no se trata solamente de replicar el modelo presencial utilizando tecnologías de comunicación a distancia.

Todavía hay desafíos grandes, en lo institucional se debe diseñar un modelo educativo virtual acompañado de la formación de docentes en competencias digitales que permita ofrecer una educación de calidad, mientras que del lado de los estudiantes deben aprender a estudiar en forma virtual y del lado del Estado y gobierno se debe garantizar el acceso al internet de calidad y la tenencia de una computadora por cada estudiante de la familia. Sin embargo, el mayor desafío es encontrar un equilibrio entre brindar educación a distancia virtual con estándares de calidad y mantener una buena salud mental de los estudiantes por el confinamiento en su casa.

La educación virtual a distancia ha llegado para quedarse en Tarija y en Bolivia, a partir de la pandemia del COVID 19 las clases presenciales no se brindaran como antes, los docentes estarán tentados y de hecho darán clases virtuales a distancia, lo que hará que la educación netamente presencial se vuelva Blended learning, también algunas universidades incursionarán y se esforzarán en ofrecer productos específicos educativos netamente a distancia y en forma virtual u online, los planes estratégicos se revisarán hacia una transformación digital y de seguro se invertirá más en tecnología y en recursos humanos, pues la educación virtual ya no es una opción en el contexto actual, es una realidad y una necesidad para la población y para las instituciones, está claro que hay grandes oportunidades en la adversidad por medio del uso de la tecnología, aquellas universidades que opten por la virtualidad y el teletrabajo estarán en condiciones de brindar continuidad en sus actividades y se posicionaran con cierta ventaja cumpliendo su misión educativa.

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